Destinado a mejorar el aspecto de la piel, corregir la dilatación de los poros, eliminar las células más superficiales y extraer los famosos "puntos o negros” o “barritos" (en dermatología denominados "comedones") y los microquistes que se van acumulando.
La piel del rostro es la que está más expuesta al polvo y contaminantes ambientales, factores que la llenan de impurezas, irritan y hacen susceptible al envejecimiento prematuro si no se tiene una higiene adecuada.
La limpieza facial hace un barrido de células muertas e impurezas que se acumulan a diario en la piel, para que permanezca limpia y con una mejor apariencia.
La frecuencia con que debemos realizar una limpieza facial profunda varía dependiendo del tipo de piel.
- Si el cutis es graso y con puntos oscuros, es bueno hacer una limpieza semanalmente hasta que el rostro consiga un equilibrio que le permita extender la frecuencia de la acción limpiadora a dos semanas.
- Otras personas requieren solo una limpieza facial al mes pues su tipo de piel no exige atenciones tan rigurosas, aunque sí todas agradecen la rutinaria limpieza nocturna diaria para eliminar gran cantidad de residuos como: maquillaje, sudor, polvo, contaminantes ambientales, aceites naturales, células muertas, etc.
Consta de:
- Demaquillado
- Exfoliación
- Tonificación
- Extracción de puntos negros e impurezas
- Masaje Facial
- Mascarilla según el tipo de piel: hidratante, nutritiva, mineralizante..
- Hidratación